lunes, 2 de febrero de 2009

Pensamiento Oscuro 35: Él (ficción)

.... yo se la verdad....


ellos no me creen, pero no me importa, yo se la verdad.... Son unos ignorantes, eso son... se ríen de mí.... pero yo se la verdad.... escupo en su cara, escupo en su moral y escupo en su sonrisa condescendiente.... yo SE la verdad....


Todo empezó hace muchos años... yo era pequeño, un niño... estaba sólo, siempre sólo en ese orfanato... había más niños, pero nos pegaban si estábamos mucho rato jugando juntos... esas habitaciones... no nos dejaban hablar estaba oscuro y frío... hacía mucho frió y yo quería jugar, pero teníamos miedo... y nos pegaban porque jugábamos, porque teníamos frió, porque teníamos hambre, porque reíamos, porque llorábamos... siempre nos golpeaban... dolor......




Entonces vino él... o yo le llame... ¡sí! eso es, yo me lo inventé, me inventé a ese amigo invisible... así me haría compañía. Tenía un nombre... no recuerdo, pero tenía un nombre, él me lo dijo, porque era mi amigo, pero ahora no recuerdo....Él siempre decía que era mi amigo... ¡Y me ayudó! sí, me ayudó...pero no recuerdo su nombre.... no puedo recordar... ¡malditas pastillas!




Me ayudó. Primero en el orfanato, con esa familia... se equivocaron, se equivocaron de niño y querían adoptar a Sebastian. Era a MI a quien querían, pero se habían equivocado y él me ayudó, nos ayudó quitando de en medio a ese niñato entrometido... ¿por qué tenía que estar ahí, en mi lugar? ¿por qué sonreía siempre a La Familia cuando venían a verle? NO en realidad venían a verme a mí, lo que pasa es que estaban equivocados... y él me dijo como hacer... intenté ser amable, convencerle, pero era testarudo, no sabía... Sebastian no hacía caso cuando le decía que La Familia me quería a mí... así que tuve que decírselo a él. Él se enfadó mucho y le dio una lección.... de noche, Sebastian me miraba... le miraba a él llorando, suplicando.... yo le había prevenido, él es muy peligroso cuando se enfada...así que él, harto de sus súplicas, le sacó los ojos, sí, los dos, así no le adoptarían, ¿qué familia querría adoptar a un niño ciego? Era mejor para Sebastian ,porque no le querían a él, sino a mí, lo que pasa es que estaban equivocados...


El orfanato ocultó todo, le obligaron a Sebastian a no hablar, le apartaron... y tan sólo dijeron a la familia que había ocurrido un terrible accidente... Yo les brindé una bonita sonrisa... y se fijaron en mí...




Me llevaron a su casa... ¡qué bonita casa! las habitaciones tenían ventanas, con luz... no hacía frío, tenían comida, mucha comida... pero había una niña, más o menos de mi edad, era bonita, era amable conmigo... pero no le gustó a él. Me dijo que intentaría apartarme de La familia.... así que tuve que hacer caso de lo que él me decía, de lo que él me ordenaba...

2 comentarios:

Laureta dijo...

He sentido un poco de miedo al leer esto...

Cuando era pequeña, me inventé un amigo invisible... aunque no era exactamente un amigo, era a quién contaba mis penas... a quien contaba como me sentia, en voz alta... para que me oyera... aunque yo sabía que no existia, me gustaba contarle mis cosas... creo que muchas veces hoy, aún sigo haciéndolo...

Pero esta historia, aunque digas que es ficción, me ha removido el estómago...

Un beso, Alonee!!

Alonee dijo...

muy buenas, Laureta:
son paranoias que me dan por escribir de vez en cuando...
me alegro de verte por aquí...

un beso.